The Brandery es una feria dentro de
un país que tiene dos polos feriales
de moda, en un ámbito parecido:
Madrid y Barcelona. ¿Cuál es la iden-
tidad diferencial que la caracteriza?
—Yo creo que es la
imagen
.
The Brandery no es una feria textil
o de confección, sino
una feria que
hace que la confección se convierta
en moda
, y para esto es muy impor-
tante el modo de presentar las colec-
ciones. Trasladamos a un recinto todo
el espíritu de un showroom y le añadi-
mos elementos de valor. Le damos
mucha importancia a la imagen, y la
renovamos en cada edición, porque
pensamos que es necesario
seguir el
ritmo de este sector: The Brandery
es en sí misma una marca más de
moda
.
También nos identifica nuestra vo-
cación de
ser como un gran «con-
cept store»,
al que entras buscando
ropa, pero además encuentras com-
plementos de moda, incluso perfu-
mes, elementos que sirven de puntos
de inspiración.
Por eso
tenemos visitantes más
allá del multimarca
, y que son también
muy interesantes para el expositor.
¿Qué tipo de visitantes son éstos?
—Agencias de comunicación,
agencias creativas, otros diseñadores,
escuelas (de las que hay mucho que
aprender, porque los alumnos tienen
libertad de crear y no están sesgados
o bloqueados por exigencias de ven-
der tantas unidades).
Este crisol de unión
, que lo mez-
cla todo en un mismo centro durante
tres días,
es una auténtica bomba
capaz de agitar al textil
, lo que cons-
tituye nuestro primer objetivo.
Desde ese punto de vista, supongo
que la proximidad o coincidencia con
080 se considera positiva.
—Totalmente, porque genera unas
sinergias. Y si facilitamos de este mo-
do el trabajo a la prensa y al compra-
dor, también se beneficia el expositor,
que gana en imagen. Dos eventos en
la ciudad, en el mismo momento, con-
centran todo el foco.
Aunque juzguemos positiva esa unifi-
cación del universo de la moda en un
contexto de agitación y efervescen-
cia, los expositores de todos modos
quieren rentabilizar la inversión de
una forma palpable. Nuestra impre-
sión es que en la última convocatoria,
que estaba muy bellamente montada,
algunos expositores creían no encon-
trar su público objetivo, y a la inversa
algunos compradores esperaban ver
otro tipo de marcas. ¿Es ésa también
la percepción de Fira de Barcelona?
—Estoy de acuerdo con lo que di-
ces:
lo principal es el negocio
.
Y sí que hubo algunas impresiones
críticas, pero también comentarios
muy positivos.
Algo que he oído es que el salón no
estaba bien sectorizado. Eso también
depende del número de expositores
que tengamos por cada sector, y
cuando The Brandery sea más grande
seguramente sectorizaremos más y
mejor. Lo que sí que hacemos es
in-
tentar que las marcas cumplan un
mínimo de parámetros estéticos,
para que la imagen del salón sea
coherente
.
Pero repito que hemos recibido
co-
mentarios muy positivos, sobre to-
do en la comparación entre edicio-
nes
. El expositor ha recibido más
compradores profesionales que en la
de verano, entre otras cosas porque
hemos trasladado las fechas al fin
de semana
, lo que facilita al comer-
ciante la visita al salón. El comercio,
sobre todo si es pequeño, no puede
cerrar de miércoles a viernes para que
su dueño vaya a The Brandery. El
análisis de esta edición última confir-
ma que el viernes fue un buen día de
entrada de visitantes profesionales, y
que también lo fue el domingo, mien-
tras que el sábado estuvo algo más
flojo, cosa normal puesto que para el
comercio es un día importante de ven-
ta al consumidor.
Por otro lado, la percepción de la
satisfacción está siempre en razón de
las expectativas, y en función de con
qué se compare. Si comparamos los
resultados actuales con los de ferias
que se celebraron en Barcelona hace
años, pues quizá sí que no son tan
buenos.
The Brandery nació justo cuando la
economía entraba en declive. Y eso
no parece haber cambiado, sino que
ha ido a peor. Supongo que The
Brandery tiene expectativas mucho
más potentes para cuando la eco-
nomía se reponga.
—Evidentemente.
Estamos reali-
zando una inversión muy fuerte
,
tanto económica como personal y
emocional, y este esfuerzo no lo hace-
mos porque nos hayamos vuelto lo-
cos, sino
porque creemos firmemen-
te en este proyecto
, para cuando el
entorno económico permita realizar un
negocio más razonable.
Mientras tanto, nos rompemos la
cabeza con objeto de buscar
las me-
jores fórmulas para el expositor
.
Hemos creado
nuevos packs
, más
fáciles, más cómodos, más pequeños.
El mínimo de stand ya no son 50 me-
tros sino 12 o, para marcas de acce-
sorios, 6.
Invitamos a clientes
, con
noche de hotel.
Traemos clientes in-
ternacionales
. Damos una
atención
prioritaria a los «VIP buyers».
Crea-
mos los
«speed dating»
(citas rápi-
das). Apoyamos a los comercios con
acciones pre-Brandery
, como el con-
curso de escaparatismo, que les pro-
porcionan notoriedad en prensa y re-
des sociales.
En fin,
The Brandery es una caja
contenedora que hay que agitar y
llenar de contenido
. Y nosotros tene-
mos una gran capacidad para hacerlo,
y con ello
dinamizar al sector
.
Creemos mucho en el proyecto, y a
mí me inspira mucha confianza que
otras ferias vayan por un camino pare-
cido, al menos en algunos aspectos,
como la iniciativa de Who’s Next en
Francia de absorber el salón del Prêt-
à-Porter y arriesgarse a adelantar fe-
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TEXTIL EXPRES
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SUPLEMENTO /
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- MARZO-ABRIL 2012
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