que se refiere a los costes laborales,
el factor predominante aquí para eva-
luar el traslado era
el coste/minuto
de producción
, factor que los analis-
tas internacionales mitificaron.
Pero en los años 2000 el fenóme-
no adquirió otras dimensiones, con el
pleno acceso de China y de todo el
mundo emergente al comercio inter-
nacional. Entonces ya no se trató de
deslocalizar (cambiar de localización)
las propias instalaciones, sino de,
simplemente, buscar proveedores ex-
ternos que tuvieran sus propios equi-
pamientos, a los que encargar (o
comprarles, en definitiva) la produc-
ción. Se trataba de desarrollar una
política de
outsourcing
, es decir, de
aprovisionamiento exterior
, bus-
cando el suministrador más barato
del mercado. También el más rápido
y fiable, pero sobre todo, no nos en-
gañemos, priorizando el precio.
A veces lo que se hizo fue cam-
biar una subcontratación muy barata
que se estaba utilizando dentro del
país (la cantera de talleres que tra-
bajaban «a manos») por otra más
barata todavía, en el exterior; destru-
yendo un tejido industrial secundario
que había sido de gran utilidad. To-
do ello enmarcado por
una compe-
tencia feroz en precios que venía
determinada por las prácticas uti-
lizadas por los líderes de la gran
distribución global
.
Es aquí donde Occidente adoptó
una actitud en cierto modo suicida, y
por eso
es aquí donde Canals está
centrando ahora sus esfuerzos de
racionalización
, la teoría del volver a
empezar.
n
El endiablado encadenamien-
to de los costes.
Comparando el
coste laboral medio de la empresa
española y el de una presunta empre-
sa alternativa de cualquier país asiáti-
co o africano de los recientemente
aparecidos en el tablero mundial,
podía ocurrir que se obtuvieran (dice
Canals) valores 6, ó 10, ó 20 veces
más bajos en alguno de estos últi-
mos.
Pero el coste salarial por minuto no
era todo el coste final de la produc-
ción
—advierte—.
Había que compu-
tar los costes de transporte, los del
personal español expatriado para
controlar la producción, los de adap-
tación de los servicios informáticos,
los de formación de los trabajadores
en destino, los logísticos, los de im-
plantación y mantenimiento de las
máquinas e instalaciones, etc. Más
los derivados del choque cultural y la
necesidad de adaptación, de la ruptu-
ra de cadencias por las series cortas,
de los problemas lingüísticos… y de
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TEXTIL EXPRES
-
SUPLEMENTO /
EXTRA 200
- MARZO-ABRIL 2012
TEXTIL EXPRES
• EXTRA 200
Juan Canals (dcha.), presidente
de la AEGP, con Ángel Asensio,
presidente de FEDECON, en la
fecha del acuerdo para consti-
tuir, próximamente, la Confede-
ración ModaEspaña (suma de
ambas asociaciones).